• Trastornos digestivos causados por bacterias, virus o parásitos: los síntomas de un trastorno digestivo incluyen diarrea, pérdida de peso, deshidratación, pérdida de energía y pérdida de apetito.
• Problemas dentales como el babeo: este síntoma es causado por el mal alineamiento de los colmillos de la cobaya, lo cual hace que sea difícil para ella tragar o masticar. Este problema puede causar babeo excesivo. Probablemente tu cobaya también experimente pérdida de peso, sangrado o abscesos en la boca.
• Trastornos nutricionales (como una deficiencia de vitamina C): al igual que otros animales pequeños, las cobayas no pueden producir su propia vitamina C y deben ingerirla en su dieta. Si tu cobaya tiene una deficiencia de vitamina C, probablemente muestre dificultad para caminar, cojera o poca energía.
• Reacciones adversas a los antibióticos: las cobayas son muy sensibles a ciertos antibióticos y los medicamentos a base de penicilina, como la amoxicilina, son tóxicos para ellas. Si tu cobaya presenta una reacción adversa a los antibióticos, probablemente muestre síntomas como la diarrea, la falta de apetito, la deshidratación o una baja en su temperatura corporal. A veces, la intoxicación por antibióticos es fatal para las cobayas.

Revisiones Médicas

Para terminar con los cuidados del cobayo debemos hablar de las enfermedades más que comunes que afectan a la especie. Debemos saber que el estado de salud de un cobayo dependerá directamente de los cuidados ofrecidos, de la medicina preventiva y de la rapidez con la que actuemos a la hora de detectar y tratar cualquier enfermedad que pueda desarrollar. Lo ideal es acudir al veterinario cada 6 o 12 meses para hacer un seguimiento rutinario.

Salud Mental

Si no es posible dedicar una habitación entera se deberá habilitar un recinto bien grande para las horas de encierro. El tamaño mínimo para del recinto para 2 cobayos es de 4 m2 y 2 m2 más por cada cobayo adicional, pero cuanto más grande mejor. Al margen de su alojamiento básico, el cobayo debe tener oportunidad de corretear y explorar zonas más amplias de la casa durante bastantes horas al día bajo vigilancia. Siempre protegiendo u ocultando cables y todo aquello que puedan roer o que sea peligroso.

Comportamiento

El cobayo, conocido por su nombre científico como Cavia porcellus, es un roedor diurno originario de América del Sur. Hablamos de un mamífero gregario, es decir, un animal que vive con otros miembros de su especie, en colonias formadas por diversos individuos. Eso se traduce en la necesidad de compañía y socialización que requieren estos animales. Precisamente por este motivo siempre es recomendable tener dos cobayos, hembras por ejemplo, para asegurar el bienestar del animal y su enriquecimiento social. No obstante, si no te es posible, te recomendamos que le dediques tiempo diario y mucho cariño a tu cobayo, ya que se trata de un animal sociable y dulce que agradecerá enormemente todos aquellos momentos que puedas ofrecerle. Es aconsejable que, durante los primeros días del cobayo en casa, le ofrezcas espacio y mucha tranquilidad. Es importante para evitar el estrés y la ansiedad que provoca un cambio de rutina. Más adelante puedes intentar ganarte su confianza ofreciéndole pedacitos de verdura a modo de premio. A medida que vuestra relación avance irás conociendo más cosas sobre estos adorables roedores, como que no suelen morder, pero sí chillar.

Convivencia con otros animales

Convivencia de los cobayos con gatos

Bajo tu supervisión, deja a los dos juntos y permite que se olfateen y se observen. Solo debes intervenir si ves alguna actitud agresiva o de amenaza. La mejor manera de hacerlo es con una pistola de agua o un ruido fuerte, de modo que el animal reciba el “castigo” sin saber que viene de ti (porque si no podría a prender a esperar a que no estés presente para actuar). Durante el período de adaptación es mejor mantener las uñas del gato bien cortas y así evitar arañazos que podrían terminar en abscesos.

Convivencia de los cobayos con perros

En esta relación todo depende, nuevamente, de la personalidad de los animales en cuestión. Si el cobayo es muy tímido o el perro, agresivo, es mejor comenzar con el método de la jaula hasta que se habitúen a verse. Siempre deberás supervisar los encuentros y premiar al perro con caricias y felicitaciones cuando se acerca a husmear con suavidad. Recuerda que siempre da mejor resultado premiar que castigar, entonces evita las situaciones en que el perro pueda ponerse nervioso y comportarse de manera brusca con el cobayo. Es conveniente que tenga puesto su collar, de modo que si hace algo que no debe, puedes darle un pequeño tirón y decirle NO, para luego premiarlo cuando se calme. Esta corrección es la misma que se utiliza al adiestrar a un perro en obediencia.

Convivencia de los cobayos con conejos

Algo fundamental que tienes que saber es que es muy normal que el carácter de los cobayos y los conejos sean muy distintos, ya que los primeros son mucho más tranquilos, corren menos y están más quietos que los conejos que son más nerviosos e inquietos ya que estos se mueven y corren mucho. Hay que tener en cuenta que estas dos razas de animales se llevan muy bien, obviamente que hay que hacer una adaptación entre ellos para que se conozcan por lo que no se genera mucho conflicto entre ellos. Ten en cuenta que si cada día los vas juntando cada vez mas ellos se empiezan a llevar mucho mejor pero no están interactuando mucho entre ambos. Por otro lado, si estos son muy pequeños de edad, y son cachorros, será mucho más fácil de que estos se lleven bien a que si lo juntan de grandes y adultos. Una de las particularidades que puedes ver es que los cobayos les encantan morder todo y una cosa que les gusta morder es el pelo de los conejos, en los que estos no se quedan atrás porque a ellos también les gusta que le hagan esto.